Reanudan su marcha migrantes varados
Luego de que se reinició el servicio marítimo en el Caribe
En un pequeño pueblo colombiano, a orillas del mar Caribe, permanecían el lunes cerca de 420 adultos y niños en las playas aguardando un boleto para llegar en lancha hasta la peligrosa selva del Darién, después de que se retomara el servicio de transporte marítimo que se interrumpió la semana pasada y dejó a miles de migrantes varados durante días.
El secretario de Gobierno de Necoclí, Johann Wachter Espitia, dijo el lunes que han salido del pueblo más de 3 mil migrantes desde el viernes. Ese día se reactivó el traslado en embarcaciones de migrantes, después de que las autoridades llegaran a un acuerdo con las empresas navieras para terminar con una protesta en la que reclamaban por la captura de dos capitanes señalados de presuntamente traficar con migrantes.
Necoclí y otros pueblos aledaños de Colombia se convirtieron en lugares de tránsito habituales para miles de migrantes que buscan atravesar la peligrosa jungla del Darién en su camino hasta Estados Unidos.
Hasta los primeros días de marzo habían cruzado el conocido como Tapón del Darién 73 mil 426 personas, en su mayoría venezolanos, 20 mil 400 más que en igual periodo del año pasado, informó el lunes el ministro de Seguridad de Panamá, Juan Pino.
Comienzo de la ruta
Desde Necoclí suelen abordar lanchas de empresas turísticas y tras un trayecto de poco más de una hora por mar abierto llegan a Acandí, un pueblo en el que inicia la peligrosa travesía por la selva.
El pequeño pueblo, habitado por 38 mil personas, entra en alerta cada vez que el flujo migratorio aumenta o por alguna razón se represan miles de migrantes, lo que hace colapsar su sistema de salud, el acceso a servicios públicos y su capacidad para albergarlos.