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UDLAP prepara foro denominado: ‘Hacia la construcción de una sociedad igualitaria’

En nuestro país, desde el 2007, contamos con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, que dentro de sus objetivos están “prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”, así como garantizar su acceso a una vida libre de violencia que favorezca su desarrollo y bienestar conforme a los principios de igualdad y de no discriminación.

Sin embargo, a pesar de los diferentes esfuerzos institucionales, de la sociedad civil y colectivas, México se encuentra aún lejos de poder garantizar a nuestras niñas y mujeres una vida libre de violencias, donde puedan vivir y desarrollarse en libertad, con pleno respeto a la dignidad y gozar de igualdad jurídica, con perspectiva de género. Cifras del INEGI señalan que más del 70% de mujeres, de 15 años y más, han experimentado al menos un incidente de violencia, que puede ser psicológica, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación, a lo largo de su vida.

En ese sentido, las instituciones educativas y universidades también juegan un papel importante en la formación de comunidades más participativas y comprometidas. Bajo ese principio, la UDLAP Jenkins Graduate School ha convocado al foro abierto “Hacia la construcción de una sociedad igualitaria: experiencias en la erradicación de la violencia de género”, el próximo 10 de marzo, que contará con la participación de María Elena Ríos, saxofonista y activista; Denisse Ugalde Alegría, titular de la Secretaría de las Mujeres del Estado de México; Laura Elena Romero López, antropóloga y académica de la Universidad de las Américas Puebla, y la socióloga, Angélica Garnica Sosa, coordinadora del diplomado en Seguridad para Instituciones Educativas de UDLAP Jenkins Graduate School.

En entrevista, María Elena Ríos, también conocida como Malena Ríos, quien es una de las voces más activas en la defensa de las mujeres que han sufrido violencia ácida –la que se padece con ataques premeditados con agentes químicos y ácidos– explica que ser víctima de intento de feminicidio es un proceso doloroso que conlleva muchas etapas De manera particular, en ningún momento pensé que fuera a convertirme en activista. Me vi obligada a ser defensora de mi propia causa, porque yo no contaba con una defensa adecuada… En cada lado donde yo pretendía tocar una puerta, siempre había un obstáculo; aprendí que a eso te enfrentas cuando llevas un proceso contra una persona que tiene un poder político y económico, que ni yo imaginaba”, señala la instrumentista oaxaqueña, quien sufriera un intento de feminicidio en 2019.

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