La auxilian en Clínica del IMSS con implante de control natal; la rechazó Seguro Popular
Balandra dio a luz en un hospital del Seguro Popular, ella y su pareja siempre tuvieron claro que únicamente querían tener un hijo para poder sustentar los gastos y tiempo que implica ser padres, así poder ofrecer una vida sin carencias a su bebé; luego de aliviarse, Balandra decidió solicitar una operación para impedir embarazarse nuevamente, pero se la negaron.
«Mi pareja y yo nos emocionamos mucho cuando nos enteramos que Roby (su hija) venía en camino, después de aliviarme solicite que me operarán porque no quería tener más hijos, pero hubo enfermeras que me dijeron que estaba muy chica para tomar decisiones así de importantes, me dijeron que era egoísta e inmadura y una decisión así me iba a poder costar la vida», recuerda Balandra.
A la joven de 23 años le dijeron todo tipo de comentarios: «Seguro ya te arrepentiste de parir y ya no quieres a tu hija, por eso quieres operarte», le dijo una doctora del Seguro Popular, en donde se alivió.
Balandra se vio afectada por los comentarios del personal del hospital: «Me sentí triste, incluso culpable aunque yo tenía mis razones para ya no tener hijos, tener un hijo implica muchas emociones, hasta disfrute hasta mi parto y las enfermeras hicieron sentirme una mala madre», compartió.
¿Seré una mala madre? ¿Y si no sirvo para esto? ¿Y si Roby necesita un hermanito?, se preguntaba Balandra. «Mi esposo fue mi punto de apoyo, me ayudo a recordar nuestro plan de vida y también me hizo ser consciente de que lo que me estaban haciendo en el hospital era violencia psicológica», aseguró.
Por proteger la salud mental de Balandra, su esposo le propuso intentar en otro lugar o con otra manera para cuidarse, así que consultaron clínicas privadas para realizar el procedimiento, pero los costos eran muy elevados: «Una cirugía así en un hospital estaba fuera de nuestro presupuesto, fue una ironía decidir no tener más hijos para darle una mejor vida, centrando nuestros gastos en ella y ahora tener que descompletar por algo que me correspondería haber recibiendo en donde me alivie».
Balandra no cuenta con Seguro Social, acudió a la Clínica 14 del IMSS para que la orientaran acerca de los métodos anticonceptivo que podría utilizar y le fue mejor de lo que esperaba: «Fui a la clínica por asesoría porque estaba pensando ponerme el implante subdérmico en una clínica privada, pero quería saber efectos, consecuencias, etc. Me dijeron que me podían poner el implante en la clínica, aunque no estuviera incorporada al IMSS», compartió.
El costo que pagaría la chica por el implante subdérmico en la clínica privada era de 350 pesos, pero en la Clínica 14 no tuvo que pagar nada y le resolvieron sus dudas: «La doctora me explicó los efectos secundarios de todos los métodos que proporcionan, tienen inyecciones, preservativos, pastillas, DIU, implante subdérmico y también me hizo unas preguntas para acercarme al método que podía ser más cómodo a mi ritmo de vida», explicó satisfecha.
El implante subdérmico de Balandra tiene una duración de tres años, tendrá que regresar a la clínica en una semana para que la doctora rectifique que todo está en orden, posteriormente tendrá revisiones periódicas que confirmen la efectividad del método.
«La verdad me sorprendí de la atención, el Seguro Social tiene muy mala fama y no dudo que haya de todo tipo de casos, pero mi experiencia fue diferente y me quedo con eso, la consulta fue rápida, la espera un poco tardada pero vale la pena, me voy conforme e informada», finalizó Balandra.