Avanza juicio político contra Donald Trump
El segundo juicio político del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusado de incitar los disturbios en el Capitolio, comenzó ayer con una votación en el Senado en la que los legisladores determinaron que el proceso es constitucional, con 56 votos a favor y 44 en contra.
La defensa del exmandatario argumentó que el juicio es innecesario e inconstitucional porque Trump ya dejó el cargo, y 45 republicanos de la Cámara alta respaldaron esa postura en una votación el 26 de enero. Pero en la votación de ayer no consiguieron detener el juicio en un Senado controlado por los demócratas.
El equipo legal de Trump insistió en que el republicano no es culpable del único cargo que enfrenta, “incitar a la insurrección”. También afirmó que el expresidente utilizaba figuras retóricas cuando instó a una multitud en un mitin a “pelear como demonios” contra los resultados electorales.
“Estamos aquí porque la mayoría en la Cámara de Representantes no quiere enfrentar a Donald Trump como un rival político en el futuro. Esa es la verdadera razón por la que estamos aquí”, dijo el abogado Bruce Castor Jr.
Castor Jr. apuntó que Trump ejercía sus derechos garantizados por la Primera Enmienda constitucional cuando alentó a sus partidarios a protestar en el Capitolio, y afirmó que el Senado no tiene derecho a enjuiciarlo ahora que ya no es presidente.
Además, reconoció que el republicano perdió las elecciones del año pasado frente al ahora presidente de Estados Unidos, Joe Biden, un hecho que el empresario nunca admitió públicamente.
“El presidente Trump ya no está en el cargo, fue removido por los votantes”, dijo Castor Jr.
Los demócratas de la Cámara de Representantes, que actúan como fiscales, mostraron un video en el que los partidarios de Trump atacaban a la policía del Capitolio en los disturbios del 6 de enero, que ocurrió poco después de un mitin del entonces presidente.
El representante Jamie Raskin, el encargado principal de juicio político de la Cámara baja, concluyó la primera ronda de argumentos de los demócratas hablando de su propia experiencia en el asalto al Capitolio.
“Nuestro caso está basado en hechos fríos y claros. Quieren evitar que el Senado escuche siquiera esos los hechos”, lamentó en su primera intervención Jamie Raskin, congresista por Maryland al frente de los gestores del impeachment, el equipo de legisladores enviado por la Cámara baja para ejercer de acusación. Lo que significa cuestionar la constitucionalidad, defendió Raskin, es que “si un presidente comete un delito en los últimos días de su mandato lo hace con impunidad constitucional”.
Raskin alertó contra lo que constituiría “la excepción de enero a la Constitución de Estados Unidos”, en referencia al mes en que se producen los relevos en la Casa Blanca. “Sería una invitación al presidente a hacer lo que quiera cuando se debe marchar, incluido cerrar la puerta por la que debe salir. La excepción de enero es una invitación a las peores pesadillas de los padres fundadores”, argumentó.
El congresista concluyó con una emocionante exposición sobre su propia experiencia el día del asalto, oculto y aterrado en el interior del Capitolio, adonde había acudido con su familia, un día después de enterrar a uno de sus hijos. “Este juicio debe recordar a Estados Unidos cuán personal es la democracia para cada uno de nosotros”, dijo.