Trump saca su lado más cruel en el último debate, pero no logra acorralar a Biden
No se arrepiente de enjaular a niños: dice que llegaron con “coyotes” y no con sus padres. Presume de ser el presidente menos racista. El demócrata le recuerda que es el mandatario “de la muerte” por su fracaso ante la pandemia
El presidente Donald Trump tenía una última oportunidad para acorralar a su adversario, el demócrata Joe Biden, en el último debate presidencial, y dar la vuelta a las encuestas, que anuncian la victoria del exvicepresidente, quien se enfrentó al republicano relajado y sonriente, casi presidencial.
Tras el bochorno del primer debate, el de anoche transcurrió como debía ser, sin interrupciones y permitiendo a la audiencia escuchar a los dos candidatos. El problema para Trump es que todo el mundo pudo escucharle mentir con mayor claridad, echando la culpa a todos menos a él de los fracasos de su gestión y fomentando la división. En paralelo, los estadunidenses pudieron escuchar a Biden hablando de unidad, en momentos en que la sociedad está más polarizada que nunca.
Frente al drama humano de los fallecidos por COVID, Trump se defendió recalcando que “el virus llegó de China” y destacando, que los picos en varios estados ya van a la baja y que la vacuna llegará “en cuestión de semanas”, cuando la realidad es que, los casos han aumentado en 41 estados y que ningún laboratorio ha anunciado que empezará a comercializar una vacuna en el mes de las elecciones.
Por su parte, Biden acusó a Trump de no asumir «responsabilidad» por el impacto de la pandemia en Estados Unidos, el país del mundo con más casos -8.4 millones- y con más de 220 mil fallecidos, y sentenció: «Cualquiera que sea responsable por tantas muertes no debería permanecer como presidente».
«Estamos a punto de entrar en un invierno oscuro, y él no tiene un plan claro. Trump dice que la gente está aprendiendo a vivir con esto, ¡increíble! Estamos muriendo con esto», contraatacó Biden y agregó: “Solo usando cubrebocas, que incluso los asesores del presidente recomiendan, podríamos salvar hasta 100 mil vidas. Yo les animo a usar cubrebocas todo el tiempo”.
Luego de culpar a China, le llegó el turno a su epidemiólogo-jefe de la Casa Blanca, Anthony Fauci, a quien acusó de haberle mal aconsejado al inicio de la crisis.
“Dijo, no lleven cubrebocas; dijo, esto se marchará. Él sí puede cometer errores; él es una buena persona”, se quejó Trump, quien volvió a politizar la crisis rematando con un “creo que (Fauci) es demócrata”.
Fue Biden quien corrigió al presidente: “Usted sabía lo mortífero que era esto, pero no quería decírnoslo, porque no quería que el país entrara en pánico. No, los estadunidenses no tenían pánico, él tenía pánico”, dijo de su adversario.
“Acepto toda la responsabilidad, pero…”
En un gesto inaudito viniendo de Trump, aceptó que, siendo presidente de EU, es responsable de la crisis sanitaria. «Acepto toda la responsabilidad», dijo ayer, siete meses después del inicio de la pandemia. Menos de un segundo después volvió a su patrón de comportamiento: «Pero no es culpa mía que viniera el virus».
Tras un intento fallido por parte de Trump de acusar a Biden de haber recibido 3.5 millones de dólares del presidente ruso, Vladimir Putin, Biden recordó que el único que ha recibido dinero de rusos y chinos es el mandatario, con sus hoteles en ambos países.
El republicano es también el único que ha logrado que los multimillonarios se hayan enriquecido aún más, gracias a su política de eliminación de impuestos a las grandes fortunas -recordó Biden-, mientras muchos millones de estadunidenses perderán sus seguros médicos si logra la reelección y culmina su derribo del Obamacare.
Neutralizado su intento de ataque a Biden por la supuesta ayuda de Rusia y Ucrania a su familia, lo que vino después es Trump mostrando su verdadero rostro, el de la crueldad.
Los centros de detención, “bien limpios”
Fue el momento más dramático de la noche. Tocaba hablar de la política migratoria y Biden no dejó pasar la oportunidad de acusar a su rival de la reciente noticia sobre los 545 niños, que fueron separados de sus padres migrantes, algunos hace dos y otros tres años, y cuyos padres todavía no han podido ser localizados para la reunificación familiar ordenada por la Justicia.
«Es algo criminal. Hace que seamos el hazmerreír del mundo y viola todo los conceptos de lo que somos como nación», dijo Biden y recordó que Trump autorizó que esos niños “hayan sido enjaulados”.
Molesto por el ataque, Trump contraatacó señalando que su gobierno está «intentando muy en serio» localizar a los padres de esos menores. «Los estamos tratando tan bien, están en instalaciones que son tan limpias», fue el gobierno de Barack Obama “del que tú eras vicepresidente” el que empezó con la política migratoria que ahora el demócrata ataca: “¿Quién hizo las jaulas para los niños, Joe?”.
El presidente también denunció que «a los niños los han traído coyotes y mucha mala gente», algo que Biden rebatió de inmediato, al insistir en que vinieron «con sus padres».
“Tienen coeficiente bajo”
El exvicepresidente reiteró su promesa de que, en sus primeros 100 días de gobierno, enviará al Congreso una propuesta migratoria que contendrá «un camino a la ciudadanía para los más de 11 millones» de indocumentados. Su plan también incluirá una vía a la ciudadanía para los indocumentados que llegaron al país cuando eran niños, conocidos como «soñadores», agregó.
Trump, por su parte, volvió a llamar a los inmigrantes mexicanos “violadores” e insultó a los indocumentados que, una vez dentro de Estados Unidos, siguen la ley y se presentan ante los tribunales de inmigración: «Odio decirlo, pero los únicos que podrían aparecer son los que tienen el coeficiente intelectual más bajo».
“No veo estados azules y rojos”
Finalmente, con Biden denunciando los atropellos a los negros y defendiendo la energía limpia “porque el cambio climático es una amenaza existencial” y Trump, en el colmo del cinismo, autoproclamándose el presidente “que más aire limpio ha traido, el menos racista y el que más ha ayudado a los negros desde Lincoln”, el debate final concluyó con un candidato republicano a la defensiva y recordando lo mal que están los estados donde gobiernan los demócratas, y Biden, hablando de resanar heridas en una sociedad profundamente dividida, después de cuatro años de gobierno de Trump: “Yo no veo estados azules o estados rojos, yo veo estados, Estados Unidos. Todos ellos están sufriendo, y deben saber que tendrán la ayuda del gobierno federal”, proclamó.